viernes, 5 de junio de 2009


5 de junio: Día mundial del medio ambiente y jornada de acción global por la justicia social y ambiental
05-06-12 - Un conjunto de organizaciones sociales se concentraron en la esquina de la Córdoba y Corrientes con un radio abierta para recordar que se cumplen 20 años de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medioambiente y Desarrollo Sostenible. El marco fue de denuncia de todos los incumplimiento y por la permisión para contaminar que tienen las empresas con el consentimiento desde los Estados. Allí se dio marco a una serie de acuerdos intergubernamentales sobre cambio climático, con el fin de ralentizar la devastación sostenida del planeta y poner rumbo a nuevas propuestas para revertirla. Hasta el momento, esos acuerdos sólo han significado promesas vagas y medidas insuficientes.

Lisandro Brusco, integrante de la Casa de la Memoria, consideró que "los tibios e insuficientes compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto (1997) para reducir la emisión de gases de efecto invernadero fueron sistemáticamente boicoteados por las grandes potencias imperiales (especialmente Estados Unidos)."

"Asimismo, en los hechos esto viene significando la profundización de un capitalismo extractivo, saqueador y contaminante, que busca reciclarse redirigiendo una masa creciente de capital transnacional hacia el acaparamiento de los bienes comunes de la naturaleza para la producción de “commodities”, materias primas transables para la revitalización de la industria productiva ante la crisis económica global, favoreciendo así, también, la formación de nuevos nichos especulativos en el mercado financiero. La difusión de la megaminería a cielo abierto, la promoción del agronegocio asociado a los cultivos transgénicos, los megaproyectos de infraestructura (represas hidroeléctricas, carreteras, hidrovías, telecomunicaciones, etc.) integrados en el Plan IIRSA-COSIPLAN, para facilitar la rápida salida de mercancías, el saqueo de la biodiversidad y del agua, los monocultivos forestales, de caña y de soja (o “desiertos verdes”) son los ejemplos más resonantes de la consolidación de este modelo extractivista, ligado a un creciente proceso de transnacionalización de la economía y recolonización de la soberanía de los pueblos de Nuestramérica."

Brusco continuó afirmando que "Por su parte los Estados a través de los distintos gobiernos son actores fundamentales en la profundización del modelo. No solo a través de las obras de infraestructura y desde los dispositivos de comunicación y educación en los cuales manifiestas las “bondades” del modelo. El uso sistemático de las fuerzas represivas ha sido una constante. El pueblo peruano se encuentra luchando contra la avanzada extractivista, enfrentando el emplazamiento de los Proyectos Conga y Majes-Siguas II, en las provincias de Cajamarca y Espinar, recibiendo del gobierno nacional respuestas represivas, que dan cuenta de la clara complicidad política con las transnacionales mineras. Este panorama se replica en todo el continente, y por supuesto también en Argentina. A principios de este año vimos cómo operan los intereses económicos de las transnacionales mineras en el noroeste argentino. Pudimos ver cómo los pueblos cordilleranos se han levantado en distintos puntos de la región, en Tinogasta, Famatina, Belén, Andalgalá, Amaicha del Valle, para decir NO a la megaminería metalífera contaminante, y cómo han sido salvajemente reprimidos por las fuerzas provinciales con la connivencia del Gobierno Nacional."

"Por su parte, el avance del agronegocio, en Argentina y en otros países del continente, sigue a paso seguro, impactando en la sociedad y en la naturaleza de forma irreversible, contaminando el agua, la tierra y la gente con los agrotóxicos y sus semillas transgénicas. Los casos de cáncer, malformaciones, abortos espontáneos, intoxicaciones, y demás enfermedades fulminantes se multiplican en los pueblos y comunas de Santa Fe y las otras provincias sojeras, que cada vez son más y más. El monocultivo de soja transgénica no deja de expandirse a lo largo y ancho del país, provocando consecuencias terribles como el despoblamiento de las zonas rurales, el éxodo masivo hacia las ciudades y el engrosamiento de la miseria urbana. La agricultura sin agricultores/as que este modelo propicia pone en grave riesgo la soberanía alimentaria del pueblo argentino, ya que la producción de granos para forraje y agrocombustibles entra en conflicto abierto con la producción de alimentos sanos, baratos y suficientes para alimentar a la población, concluyó"

Entre las organizaciones participantes estuvieron presente Salvador Yaco (Cura Párroco de Capitán Bermudez) miembro del MULCS y del Llamamiento por la Unidad y Norberto Olivares de la Liga Argentina por los derechos del Hombre de Rosario. También estuvieron Conciencia Solidaria, Semillas en Rebelión, El Frente Darío Santillan, Llamamiento por la Unidad, entre otros.











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